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Premio Stylish Blogger Award II Parte

viernes, 11 de febrero de 2011.
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Premio Stylish Blogger Award

domingo, 6 de febrero de 2011.

Revisando mi pequeño blog recibí un comentario de Doña Bostezos (Mirella), en la que me decía de unos premios que se dan entre los blogueros. La verdad no sabía ni estaba al tanto de ello, hasta ahora. El caso está que mi Doña Bostezos me escogió entre sus blogs que más sigue, halagándome y a su vez poniéndome en una situación un poco fuerte para mí, ya que en este momento tengo que hacer el papel de “jurado”…jejeje… para escoger los blogs que más prefiero y sigo. Es difícil tener que decidirme por unos pocos de tantos blogs llenos de interesantes y hermosos textos que dan a conocer sus gustos por el arte, por la literatura, por muchas otras áreas.

Tengo que escribir mis 7 secretos más ocultos de mi vida… jejeje… es fuerte… me hace sudar, ya me dio hasta calor. No mentira, son 7 secretos de mi personalidad para terminar este pacto bloguero.

Así que para no aburrirlos más, allá voy con los secretos… uyyyy.

  1. Mi droga más placentera es Dios
  2. Me enamoro de los felinos fácilmente
  3. Soy terca e irónica
  4. Creo en el AMOR
  5. Me gusta ocultarme y escribir para no cometer locuras delirantes
  6. Busco amistades que les encanten hablar mucho, pues soy de pocas palabras (reservada)
  7. Creo en los sueños porque alimentan de esperanza el alma

Premio Stylish Blogger Award


Lo que menos me imagine fue recibir este Premio Stylish Blogger Award, fue una gran sorpresa que no podía creer. Por eso quiero decir MIL GRACIAS a Nuevas divagaciones nocturnas (Mirella) http://nuevasdivagacionesnocturnas.blogspot.com/ , por sus palabras, detalles e interés en mi humilde blog. Les recomiendo con los ojos cerrados que visiten su página, sé que les gustara.

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Oda a la poesía

martes, 1 de febrero de 2011.

Cerca de cincuenta años
caminando
contigo, Poesía.
Al principio
me enredabas los pies
y caía de bruces
sobre la tierra oscura
o enterraba los ojos
en la charca
para ver las estrellas.
Más tarde te ceñiste
a mí con los dos brazos de la amante
y subiste
en mi sangre
como una enredadera.
Luego
te convertiste
en copa.

Hermoso
fue
ir derramándote sin consumirte,
ir entregando tu agua inagotable,
ir viendo que una gota
caída sobre un corazón quemado
y desde sus cenizas revivía.
Pero no me bastó tampoco.
Tanto anduve contigo
que te perdí el respeto.
Dejé de verte como
náyade vaporosa
te puse a trabajar de lavandera,
a vender pan en las panaderías,
a hilar con las sencillas tejedoras,
a golpear hierros en la metalurgia.
Y seguiste conmigo
andando por el mundo,
pero tú ya no eras
la florida
estatua de mi infancia.
Hablabas
ahora
con voz férrea.
Tus manos
fueron duras como piedras.
Tu corazón
fue un abundante
manantial de campanas,
elaboraste pan a manos llenas,
me ayudaste a no caer de bruces,
me buscaste
compañía,
no una mujer,
no un hombre,
sino miles, millones.
Juntos, Poesía,
fuimos
al combate, a la huelga,
al desfile, a los puertos,
a la mina,
y me reí cuando saliste
con la frente manchada de carbón
o coronada de aserrrín fragante
de los aserraderos.
Y no dormíamos en los caminos.
Nos esperaban grupos
de obreros con camisas
recién lavadas y banderas rojas.

Y tú, Poesía,
antes tan desdichadamente tímida,
a la cabeza
fuiste
y todos
se acostumbraron a tu vestidura
de estrella cotidiana,
porque aunque algún relámpago delató tu familia
cumpliste tu tarea,
tu paso entre los pasos de los hombres.
Yo te pedí que fueras
utilitaria y útil,
como metal o harina,
dispuesta a ser arado,
herramienta,
pan y vino,
dispuesta, Poesía,
a luchar cuerpo a cuerpo
y a caer desangrándote.

Y ahora,
Poesía,
gracias, esposa,
hermana o madre
o novia,
gracias, ola marina,
azahar y bandera,
motor de música,
largo pétalo de oro,
campana submarina,
granero
inextinguible,
gracias,
tierra de cada uno
de mis días,
vapor celeste y sangre
de mis años,
porque me acompañaste
desde la más enrarecida altura
hasta la simple mesa
de los pobres,
porque pusiste en mi alma
sabor ferruginoso
y fuego frío,
porque me levantaste
hasta la altura insigne
de los hombres comunes,
Poesía,
porque contigo
mientras me fui gastando
tú continuaste
desarrollando tu frescura firme,
tu ímpetu cristalino,
como si el tiempo
que poco a poco me convierte en tierra
fuera a dejar corriendo eternamente
las aguas de mi canto.



Ricardo Eliécer Neftalí Reyes Basoalto (Parral, 1904 – Santiago de Chile, 1973) conocido por el seudónimo y, más tarde (1946), el nombre legal de Pablo Neruda. Fue un poeta y militante comunista chileno, considerado entre los mejores y más influyentes del siglo XX. Sus obras: Crepusculario (1923), Veinte poemas de amor y una canción desesperada (1924), Tentativa del hombre infinito (1926), Anillos (1926), El hondero entusiasta (1933), El habitante y su esperanza (1926), Residencia en la tierra (1925–1931) (1935), España en el corazón (1937), Nuevo canto de amor a Stalingrado (1943), Tercera residencia (1935–1945) (1947), Canto general (1950), Los versos del capitán (1952), Todo el amor (1953), Las uvas y el viento (1954), Odas elementales (1954), Estravagario (1958), Navegaciones y regresos (1959), Cien sonetos de amor (1959), Canción de gesta (1960), Poesías: Las piedras de Chile (1960), Cantos ceremoniales (1961), Memorial de Isla Negra (1964), Arte de pájaros (1966), La Barcarola (1967), Las manos del día (1968), Fin del mundo (1969), Aún (1969), Maremoto (1970), La espada encendida (1970), Las piedras del cielo (1970), Discurso de Estocolmo (1972), Geografía infructuosa (1972), La rosa separada (1972), Incitación al Nixonicidio y alabanza de la revolución chilena (1973) y otros.

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